ELLAS TAMBIÉN VOTAN

PORTADA
QUE VIENE LULA
SUS RIVALES
UN PAÍS CON MIL CARAS
ELLAS TAMBIÉN VOTAN
URNAS ELECTRÓNICAS
EL MERCADO TIEMBLA
BRASIL, EN CIFRAS
EFECTO GUARANÁ
QUE COISA MAIS LINDA

«Escoja a su Primera Dama», titula un especial de la revista «Gente» dedicado a las elecciones 2002.

Brasil, que desde hace años exporta la imagen de sus féminas como exponente de la belleza latinoamericana, reinas indiscutibles del carnaval, reclamo erótico en sus idílicas playas, ha redescubierto a la mujer. Los aspirantes a la Presidencia, cumpliendo las exigencias del márketing político, se han estrenado en el juego de 'exhibir' a sus compañeras, candidatas a Primera Dama, allá donde van. En un país donde el 95% de las mujeres se rebela contra el machismo arraigado en la sociedad, hay que demostrar que el futuro presidente está a la altura de las circunstancias.

Comenzado ya el siglo XXI, los estrategas electorales descubrieron que el voto de ELLAS -que representan el 51% de los 115 millones de brasileños convocados a las urnas-, podía ser decisivo para lograr el triunfo en la segunda ronda. Y pusieron todo su empeño en convencerlas.

Ciro Gomes vio crecer su popularidad en las encuestas en cuanto sacó a la palestra a su esposa, la actriz brasileña Patricia Pillar, musa del cine nacional, que ha acaparado portadas de revistas exaltando las cualidades de su marido y contando lo que piensa de sus rivales políticos. Las exigencias del guión la convirtieron en una especie de 'Evita brasileña', derrochando optimismo y vitalidad mientras contaba cómo ha logrado vencer al cáncer, sin miedo a mostrar las huellas físicas que le han dejado las sesiones de quimioterapia.

El propio Lula, en su cuarto duelo electoral, utilizó por primera vez la compañía de su mujer. Tras 28 años de matrimonio, Marisa da Silva -muy rejuvenecida tras un corte de pelo y un 'lifting' facial- se convertido en la sombra de Lula, en una campaña en la que el candidato del Partido de los Trabajadores admitió públicamente su pasado machista y apareció, más que nunca, como un hombre hogareño y familiar.

Mónica Serra también 'se paseó' junto a su esposo -aunque lo cierto es que el peso femenino de la campaña oficialista lo llevó su aliada Rita Camata, diputada nacional del PMDB y candidata a la vicepresidencia, que aparecía, sonriente y encantadora, siempre a su vera-. Rosinha Garotinho, por su parte, brilló con luz propia dentro del panorama político brasileño. Mientras su marido competía por la presidencia del país, ella lo hacía para ser la próxima gobernadora de Río de Janeiro.