La globalización, por un lado,
y las tensiones internacionales, por
otro, imponen la necesidad de trasladar
la multiplicidad racial a la mesa.
Dinamitar algunas tradiciones culinarias
navideñas genera muchísima
libertad a la hora de planificar un
menú diferente que, aparte
de económico, amplía
el horizonte cultural. Híncale
el diente ya.
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