El esplendor de las hierbas

El esplendor de las hierbas

¿LA ARTRITIS LE TIENE BALDADO? Puede elegir entre un Voltarén o harpagofito, una planta del desierto de Kalahari, de la que se ha confirmado científicamente su eficacia antiinflamatoria, tal como sabían hace siglos los guerreros zulúes.

¿Se acerca una epidemia de gripe? Tiene a su disposición una vacuna o la echinácea, una margarita de la que un estudio de la Universidad de Florida acaba de ratificar que estimula el sistema inmunológico.

¿Está deprimido? Puede optar entre que le receten Prozac o tomar extracto de hipérico, una planta de flores amarillas que ha demostrado su eficacia en 23 estudios y que, como el resto de las plantas medicinales, se puede comprar sin receta, tanto en herbolarios como en farmacias y hasta en Internet. Si siempre dudó del flower power, sepa que en Alemania se venden 11 millones de envases de hipérico al año, la mayoría en farmacias.

Quizás le estamos confundiendo con tantos nombres y le falla la memoria. Pues bien, apunte éste último antes de que se pierda entre sus neuronas: gingko biloba. Repletas de flavonoides (que poseen gran poder antioxidante), las hojas en abanico de este milenario árbol asiático -capaz de resistir a la bomba de Hiroshima- han demostrado su eficacia para prevenir el envejecimiento cerebral.

LAS CIFRAS

Tanto si lo que les preocupa es la impotencia (ginseng), proteger el hígado (cardo María) o prevenir el cáncer (los ultimísimos estudios señalan que los brotes de brócoli y el té verde son especialmente eficaces), cada vez más españoles recurren al reino vegetal en busca de un remedio para sus males. En las 19.000 farmacias y más de 3.000 herboristerías que hay en nuestro país, nos gastamos al año unos 50.000 millones de pesetas en fitoterapia.

¿Una cifra modesta frente a la que desembolsan países como Alemania (que se gastan 400.000 millones de pesetas) o Francia (que pagan en fitoterapia 265.000 millones de pesetas)? De acuerdo, pero todos los datos revelan que no tardaremos en alcanzarles. De hecho, el crecimiento del mercado de la fitoterapia en España es de un increíble ¡30% anual!

Pero no todo son flores y rosas, y la expansión no avanza sin riesgo. En contraste con Alemania -el país más riguroso en fitoterapia, que tiene recogidas sus investigaciones en un tomo de 700 páginas en el que se reseñan casi 300 plantas aprobadas, con sus posibles contraindicaciones y efectos secundarios potenciales- en nuestro país, los productos vendidos en herboristerías (el 55% del total del sector) no tienen por qué demostrar que son seguros. Tampoco tienen que asegurar eficacia constante ni detallar los efectos colaterales. ¿Consecuencia? Muchas embarazadas toman kava-kava (planta tranquilizante), sen (laxante) o echinacea sin saber que pueden ser peligrosos para ellas. A veces, las consecuencias son más dramáticas. En Estados Unidos, donde el Gobierno ha sorprendido al país destinando 120.000 millones de pesetas al estudio de la medicina alternativa, pero donde las hierbas se venden aún sin control, se han asociado 15 muertes a la ingestión de efedra, planta supuestamente adelgazante.

En Bélgica, 20 personas que se autorrecetaron magnolia y estefanía (con efectos adelgazantes, pero que resultan ser tóxicas) acabaron somentiéndose a un transplante de riñón o a diálisis. En España, jóvenes a los que sus padres no alertaron de los peligros de la yohimbina (principio activo de la yohimba, planta afrodisiaca muy popular en los años 60), tuvieron que ser ingresados con síntomas psicóticos y serios problemas gastrointestinales.

LEGISLACIÓN

"Ése es el riesgo de no disponer de una legislación que delimite responsabilidades y de que personas, sin ninguna preparación, estén vendiendo plantas con pretendidas aplicaciones medicinales", explica un portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios española (OCU).

"En nuestro país, la esperada Ley del Medicamento, que iba a regular la situación de los herbolarios, lleva nueve años en espera de aprobación. Y no es el único problema. Hemos comprobado in situ que, aunque la mayoría de los establecimientos son serios, hay dependientes y dueños que se permiten diagnosticar y recomendar tratamientos, algo que no tolera la ley. La verdad es que a menudo es el consumidor quien lo pide. En cuanto cruzan el umbral de estos establecimientos, algunos clientes se transforman automáticamente en pacientes", señalan desde la OCU.

Rosa María Salcedo, traductora de 38 años, se confiesa "forofa de las hierbas, pero cauta". "Ahora mismo estoy tomando cápsulas de spirulina (un alga) para ver si pierdo un par de kilos y de espino albar para combatir el nerviosismo sin recurrir al Valium, pero reconozco que, a veces he abierto frascos sin saber lo que tenían dentro. Tampoco se especificaban los ingredientes ni se concretaba el porcentaje de principios activos".

Rosa María continúa: "Ahora, después de traducir varios libros sobre hierbas, las plantas han dejado de ser cuestión de fe para mí. Ya sólo compro productos de garantía, como Soria Natural o Pinisán, que indican la cantidad de principio activo, o bien marcas de farmacia, como Arkocápsulas, Madhaus o Kneipp, que sé que están sometidas a controles serios. He leído demasiadas historias raras -ginseng impregnado de pesticidas o hierbas rociadas con Valium- como para poner en peligro mi salud".

GARANTÍAS

Daniel Muñoz, naturópata y dueño de un herbolario en la localidad madrileña de Alcorcón, no rebate esa postura. "La charlatanería es nuestro mayor enemigo. Por eso, somos los primeros interesados en que la ley regule nuestra situación. ¿Garantías mientras tanto? La mejor, la de acudir a un establecimiento integrado en la Federación Nacional de Herbolarios (Fenadher), que vigila el cumplimiento de normas básicas".

"En Dios creemos, para el resto de las cosas, pedimos datos fiables", dicen los médicos, obviamente preocupados por la alegría con que mucha gente engulle sustancias que, a menudo, no han sido objeto de estudio o que interactúan con fármacos que ellos recetan... sin saber que el paciente toma las hierbas.

Para su tranquilidad (y a menudo para su información, en un campo desdeñado hasta ahora por la medicina oficial), esos datos empiezan a lloverles. ¿La razón? Animados por la ola verde, los grandes laboratorios, como Bayer AG (que ya vende en América suplementos de hierbas con nombres genéricos como Estación fría) empiezan a introducirse en el mercado de lo natural... y a investigar a conciencia.

La consecuencia: los inversores se dan codazos por conseguir un trozo del pastel de hierbas. La primera beneficiada es la industria de los nutriceuticals (bebidas, suplementos y alimentos con ingredientes saludables, como el ginseng o la soja), un reclamo que ya ha generado ventas por valor de tres billones de pesetas solamente en Estados Unidos.

Aunque el reino vegetal nunca ha sido extraño para la industria farmacéutica. Se calcula que más de una cuarta parte de los medicamentos fabricados en Occidente contienen al menos un ingrediente activo derivado de plantas. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 4.000 millones de personas (el 80% de la población mundial) las utiliza para tratar algún aspecto de su salud. Un porcentaje sorprendente de ellas -especialmente remedios chinos, con siglos de evidencia razonable a sus espaldas- están siendo investigados (¡y patentados!) por la medicina occidental, que no deja de sorprenderse de su eficacia. La diferencia: que mientras en el Tercer Mundo tomar medicamentos es signo de estatus social alto, en Europa las hierbas son, cada vez más, la opción más cara.

"El medicamento que me receta el médico para la próstata me lo costea la Seguridad Social", explica Luis J. Aranzadi, tornero de 59 años, en paro desde hace un año.

"Un amigo me ha hablado de plantas que controlan bien los problemas de orina y no tienen efectos secundarios, sin embargo, eso me lo tendría que pagar de mi bolsillo, y no me llega el presupuesto", concluye.

Y es que últimamente las plantas parecen empeñadas en tomarse la revancha de tantos años de desdén corporativo por parte de la Medicina con mayúscula. Lo sabe incluso Áurea Gómez, de 70 años, profesora de piano jubilada, que ha dejado de tomar las vitaminas que antes conseguía a través de la Seguridad Social.

"Mi médico de cabecera me ha dicho que no me hacen falta, que es mejor que coma ensaladas, verduras, aceite de oliva y fruta, y que no deje el té que me tomo con mis amigas todas las tardes".

Sin duda, ese médico ha leído informes recientes, como el dado a conocer hace pocos días por la doctora Lori Mosca y su equipo de investigadores de la Universidad de Michigan: "Cada vez más hay más pruebas que demuestran que ciertas vitaminas solamente tienen el papel protector que se les suponía si se toman en forma de alimentos. En nuestras investigaciones sobre los beneficios de la vitamina E en mujeres menopáusicas, hemos comprobado que las que ingerían dicha vitamina en forma de suplementos no solamente no rebajaban los niveles de oxidación de LDL (colesterol malo), sino que los aumentaban. Por el contrario, las que tomaban vitamina E a través de la dieta (frutos secos, aceites vegetales...), rebajaron sustancialmente esos niveles. Las autoridades sanitarias siempre han recomendado conseguir los antioxidan-tes a través de plantas, en lugar de obtenerlos mediante la ingestión de píldoras. Nuestro estudio revela que es hora de interiorizar esa idea".

REMEDIOS

Si es usted uno de los que nunca ha creído en la terapia verde y, sin embargo, este artículo le ha despertado un mínimo de curiosidad, le animamos a que experimente algunos remedios vegetales, a prueba de patentes: café para despertarse del todo por la mañana; caramelos de eucalipto para la garganta irritada; ciruelas pasas para el estreñimiento; naranja para el resfriado; té con limón para la diarrea... ¿Pero de veras se había creído que era usted el único inmune al influjo de las plantas?

 

SUPERALIMENTOS
Las sustancias fitoquímicas -esos miles de "ingredientes" que las plantas generan para protegerse del entorno- son objeto de una nueva especialidad científica. Más de 250 estudios aportan pruebas de que comer más frutas y verduras reduce el riesgo de cáncer, enfermedad cardiaca y otros trastornos degenerativos. Éstos son los superalimentos que cuentan con sustancias "especiales":

La familia del ajo (ajo, cebolla, cebollino, puerro), con propiedades antibióticas, contiene sulfuros de alilo capaces de "neutralizar" sustancias causantes de cáncer y facilitar su excreción. Los carotenoides (alfacaroteno, betacaroteno, criptoxantina, licopeno y luteína) son antioxidantes, sustancias que palían los daños de la polución, pesticidas, humo de tabaco, rayos solares... Están en frutas y verduras de color verde, naranja o rojo.

Los glucosinatos. Se metabolizan en otras dos sustancias: isotiocianatos e indoles, que facilitan la producción de enzimas capaces de inhibir el daño celular causado por los carcinógenos. Están en la familia de la col: brócoli, col rizada, coliflor...

Los polifenoles inhiben las mutaciones y evitan que ciertas sustancias se conviertan en cancerígenas. Están en la avena, semillas de soja, fresas, frambuesas, moras, arándanos...

Los flavonoides incluyen más de 2.000 sustancias que poseen un fuerte poder antioxidantes. Están en el café, té, frutos del bosque, tomates, patatas, habas, brócoli, melón, cebollas, cítricos...

AYER VICIOS, HOY VIRTUDES
El esplendor de las hierbas ¿Se habría imaginado usted a su médico recetándole marihuana y bebidas estimulantes? Pues estas sustancias -como antes el vino- han sido ya calificadas de "potencialmente beneficiosas" en diversos estudios científicos. Hace pocas semanas, un panel de científicos asesores del Gobierno norteamericano revelaba en un informe que "los ingredientes activos de la marihuana pueden ayudar a combatir el dolor, los vómitos en enfermos de cáncer y sida", y que "animan a investigar formas de administración que no conlleven a aspirar humos nocivos para la salud". A la vez, en un experimento de 10 semanas de duración, científicos de la Universidad de Scranton (EEUU) observaban que el té "es capaz de inhibir la oxidación de las grasas en las arterias y reducir el nivel de lípidos en la sangre de ratas de laboratorio". Hace apenas unos días, en la reunión de la Sociedad Química Norteamericana celebrada en California, la protagonista ha sido la cafeína (presente en el café, té, chocolate y cola). Como revela un estudio del Instituto Nacional Francés de la Salud presentado en dicha reunión, esa sustancia no sólo no es perjudicial para la salud, sino que "mejora la respuesta cerebral sin producir adicción". El informe más espectacular es el presentado por el Instituto de Investigación Biotecnológica de Montreal (Canadá), que afirma que "el café puede ayudar a prevenir el cáncer, y que la protección incluye los granos verdes del café y el café tostado". Otros trabajos han sido más concretos: "El café es un potente inhibidor del cáncer de colon... aunque (como pasa siempre con los vegetales), el mecanismo de acción no está claro".


Reportaje

Hierbas, verduras y Frutas

3 Menús



Almodóvar de la Mancha / Marisa Paredes / Celestinas / Para comérselos / El esplendor de las hierbas/ ¿Qué es un campo de refugiados? / El día que se abrieron los claveles / Los hombres de mi agenda, Carmen Rigalt/ Las mujeres de mi agenda, Martín Prieto/ La Mirada de Umbral/ Gentes/ El Tablón/ Mesa y Mantel/ Restaurante/ Vino/ Recetas/ En forma/ Conéctate/ Horóscopo/ Adivinación/ Almanaque / Aquellos años de..../

TOP LA REVISTA VOLVER