El número dos de Bush es un animal político de pura
cepa. Más de tres décadas de experiencia en las grandes ligas
de la política estadounidense (ha trabajado con Nixon, con Ford,
con Bush padre y ahora con Bush hijo) le convierten en el compañero
de viaje que cualquier presidente republicano, eso sí quisiera
tener. Nacido en Nebraska el 30 de enero de 1941, este licenciado en Ciencias
Políticas tenía muy claro que su objetivo estaba en los grandes
despachos de Washington. Apenas tenía 30 años cuando, tras doctorarse
en Wisconsin, facturó sus maletas con destino a la capital federal. No
tardó en hacerse un hueco en la Casa Blanca como colaborador en el departamento
de Relaciones con el Congreso. Tras varios años de flirteos con el mundo
de la política (trabajó para el congresista William Steiger y fue
la mano derecha de Rumsfeld
cuando Nixon le nombró asesor), decidió probar suerte en
la empresa privada. Hasta que una llamada de Gerald Ford fue motivo
más que suficiente para dejar de ser ejecutivo en una compañía
financiera. En 1975, a los 34 años de edad, Cheney se convierte
en el asesor y jefe del gabinete presidencial más joven hasta la
fecha. Volvería a trabajar en la Casa Blanca a partir de 1989, cuando Bush
le da las riendas de Defensa. Un puesto clave cuando estalla, en 1991, la primera
Guerra del Golfo. Conservador hasta la médula y siempre fiel a sus
ideas, tanto en política como en su vida privada. Ejemplar y dilecto esposo,
padre y abuelo en 1964 se casó con su novia de toda la vida, con
quien tuvo dos hijas y hoy tiene tres nietos, algunos compañeros
de partido vieron en él al candidato ideal para las presidenciales de 1996.
Pero no se dejó convencer; grandes segundos pueden resultar malos
primeros. Y volvió a dedicarse a la empresa privada (como director
ejecutivo de la Hallyburton Company, una importante suministradora de equipos
petrolíferos a nivel mundial) hasta que en el año 2000 volvió
a recibir otra llamada importante: George Bush hijo le quería
de número dos en su candidatura a la Casa Blanca. Tras la victoria
republicana del 2 de noviembre de 2004, Cheney repetirá al frente de la
vicepresidencia. |