Dicen las buenas y malas lenguas que Karl Rove es el único
cerebro que tiene la Administración Bush. El que tiene las ideas y
el que teje y mueve los hilos para ponerlas en práctica. Y que su poder
e influencia sobre el presidente es incluso mayor que el que tiene Condoleeza
Rice, su asesora de seguridad. Karl Rove es un gurú de la política
que dos décadas antes de encargarse de su campaña electoral en Texas
ya había trabajado como asistente de Bush padre.Casado
y padre de un hijo, su vocación por la política se manifestó
desde bien temprano: ya en la escuela —aún no había cumplido
los 10 años—apoyó la candidatura de Nixon contra Kennedy.
En los 70, como líder de los univesitarios conservadores, conoció
a Bush padre y empezó a trabajar para él. Después catapultó
al hijo a la Gobernación de Texas, primero, y a la Casa Blanca, después.
Hoy es el presidente en la sombra. ¿Sería una casualidad
que vendiera sus acciones de Enron antes de producirse la quiebra?
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