Made in Spain
La tercera jornada de Art Futura se centra en los efectos especiales del cine, especialmente los que se realizan en España
OLALLA CERNUDA | SEVILLA
Para quitar complejos, nada mejor que hacer un paseo por los trabajos que más han llamado la atención del panorama cinéfilo en los últimos meses. Y sobre todo lo que se está haciendo en España. Porque en España se están haciendo cosas, trabajos de edición y postproducción que nada tienen que envidiar con los que se realizan en los mejores estudios holliwoodienses. . Y más teniendo en cuenta que, en palabras de Hipólito Vivar, director de Infografía de Art Futura, la infografía "va por añadas, y la de este año es una de las mejores que se recuerdan por estos lares".

El problema de la producción de animación visual en España es, según Vivar, que "la gente está muy preparada, cuenta con equipos mejores, pero se trata de llevar a la práctica los trabajos teóricos, y ahí es donde fallan las cosas en este país. Según el responsable de la muestra, en España no se dan a conocer, ni mucho ni poco, los trabajos de los artistas del país, ni los de infografía ni los realizados para cine y publicidad. Así que una de las tareas primordiales de esta edición de Art Futura es precisamente realizar ese trabajo formativo.

El trabajo, desde luego, no puede ser comparable. Además de la insultante disponibilidad de medios, no tienen el prejuicio español de que somos unos timoratos incapaces de hacer trabajos bien hecho. Por poner un ejemplo: para la reconstrucción virtual de Manhattan sobrevolado con un ala delta realizada por Trispace trabajaron 8 personas durante dos meses. Para el último trabajo de Digital Domain, los efectos especiales de El Grinch, han trabajado casi un centenar de personas durante dos años. Pero por lo demás, el resultado no tiene nada que envidiar. Como asegura Mario Camacho, director de Trispace, "habría que ver lo que serían capaces de hacer los estadounidenses con los presupuestos y medios con los que contamos en España". "Aquí, asegura, se suplen esas carencias con imaginación, pero aun así tratar de tener una buena presencia en los círculos internacionales es impensable, no por la formación de nuestros artistas, sino porque no podemos jugar en su misma Liga".

Algo que no ocurre en estudios estadounidenses como Digital Domain, empresa de James Cameron, que junto a Industrial Light & Magic, de George Lucas, acaparan el panorama de los efectos especiales para cine en casi todas las supreproducciones de Holliwood. Matthew Butler, uno de los artistas Digital Domain, aprovechó la muestra para mostrar una retrospectiva por algunos de sus últimos trabajos, que pasan por Titanic, X-Men, El Quinto Elemento, El Club de la Lucha y la más reciente, El Grinch.

Butler, además, aprovechó esta edición de Art Futura para presentar su último trabajo que ha realizado no para el cine, sino para el mundo real. Se trata del Museo de la Experiencia Musical, financiado por el cofundador de Microsoft Paul Allenb, que será un museo interactivo donde se rendirá tributo a los grandes creadores de la música popular norteamericana.

Pero es precisamente el abaratamiento de los costes y la accesibilidad de los programas para realizar cine en casa una de las cosas que más daño puede hacer al cine en los próximos años. Hacer películas ya no estará sólo al alcance de unos pocos privilegiados, sino que podrán hacerlas miles de personas. Pero los grandes estudios no parecen estar muy preocupados por este hecho. Incluso lo aceptan de buena cara. Matthew Butler, de Digital Domain, lo tiene muy claro. "Espero que todo esto traiga aparejado un incremento del nivel de los artistas independientes, así que espero de verdad que cientos, miles de personas empiecen a realizar sus propias películas, porque seguro que de miles de ellas saldrán cosas muy interesantes". Luz verde para el asalto a Holliwood.