SE DIRÍA QUE Yeltsin, en esta foto, está dando palos de ciego. Pero la realidad de la política rusa es hoy todo lo contrario: a Yeltsin le están dejando ciego a palos.Los bolsistas, los yanquis, el ejército, las democracias, la gente, los comunistas, el marco, todo forma un totum revolutum en torno a este ciego goyesco, a esta gallina ciega, que diríamos en España, gallina que jamás va a poner huevos de oro para el hambre de Rusia, ciego ocasional que, con una venda de vodka en los ojos, no ve la burla de USA ni el puño creciente del comunismo, todavía con mucho arraigo en lo que fuera la URSS.
Aunque no soy analista internacional, antecojo la noticia -aún no lo es- de que un sistema autoritario, anticapitalista y demagógico acabará echando a este traidor/componedor. Rusia, tras un largo y penoso rodeo por las democracias falaces y las libertades con hambre, está a punto de descubrir el marxismo, que nunca hubo allí. Yeltsin, cuando deje el palo y se quite la venda, no verá la momia de Lenin ni la pepsi de Clinton, sino la barba de Marx.
Ya era hora.
Por Francisco Umbral.
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