El mes pasado cumplió 34 años, y el verano que viene tendrá su bautizo de espacio. Tras cuatro años de preparación en la Agencia Espacial Europea, participará por primera vez en un vuelo espacial. Será una fase más del entrenamiento para su misión estrella, la que le llevará a la estación orbital Alpha en el 2002, año en el que se espera que esté concluida. Mientras espera ese viaje, ya ha sido suplente de varias tripulaciones y sueña con pisar un día Marte. Es el único astronauta verdaderamente español, aunque también se entienda en inglés, en ruso o en alemán.