Cómo introducir su propia página en la red
Han pasado muchos años desde la aparición de Internet y aunque ya tenemos una idea aproximada de lo que puede encontrarse allí, muchos siguen pensando que sólo los gobiernos tienen autoridad para decidir sobre lo que se publica en la gran red. A diferencia de lo que pudiera creerse, los contenidos que a diario aparecen en Internet no son propiedad exclusiva de estados, instituciones o empresas, y para poner nuestro trabajo en la red mundial no es necesario solicitar un permiso oficial.
A pesar de tratarse de un medio técnico de raíz universitaria y de contar con un cada vez mayor contenido comercial, muchos particulares han elegido la red para dar a conocer cualquier obra, idea u opinión.
Para publicar en la red sólo es preciso disponer de espacio dentro de ella, o lo que es lo mismo, espacio en alguno de los ordenadores conectados a ella. La mayoría de proveedores de acceso (proveedores de Internet) ofrece gratuitamente a sus clientes un hueco en sus ordenadores en el que puedan albergar sus páginas Web. El diseño de las mismas puede ser encargado a una empresa o llevado a cabo por el propio particular, pues existen numerosas herramientas que permiten que el autor trabaje de forma parecida a como lo haría sobre un simple procesador de textos. Escribir un párrafo aquí, poner una foto allá o insertar en las páginas un enlace o salto a una página interesante es mucho mas fácil de lo que pudiera parecer. Tampoco hace falta ser un virtuoso del diseño gráfico para obtener un resultado vistoso. Si no queremos dibujar a golpe de ratón o digitalizar fotos, siempre podremos visitar las librerías de gráficos de libre distribución diseminadas por Internet y hacernos con una buena provisión de ilustraciones que incluir en nuestras páginas. Una vez terminado el diseño publicaremos nuestras páginas, lo que, en líneas generales, consiste en conectar con nuestro proveedor de Internet y transmitir (en inglés upload o subir) la información desde nuestro ordenador al suyo.
Por último, daremos publicidad a nuestro trabajo incluyendo una referencia al mismo en un índice o buscador, de modo que pueda ser encontrado por todo aquel que pase por allí en busca de información. Yahoo y Altavista o los españoles Olé y Ozú son algunos de los más famosos. Internet es la mejor fuente de información sobre sí misma y casi cualquier duda puede ser resuelta en el seno de la red. Asimismo, encontraremos guías de estilo que nos orientarán sobre la mejor forma de presentar la información.
Pedro de Alzaga
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