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Por
Nuria Labari Tiene Candela Peña la cualidad de hacernos
creer que ella es, en realidad, su último personaje. Hace 'Princesas'
y se queda en la retina del espectador como una prostituta o como una actriz
idónea para interpretar prostitutas. Como si esa cara grabada con señas
de chica de polígono y educación de extrarradio que tiene Caye la
mujer que interpreta en 'Princesas' fuera el único rostro de la actriz.
Pero no. Hay que hacer memoria y recordar que igual de creíble estaba en
sus anteriores papeles. Quizás por eso, porque te la crees, ha conseguido
que la varita de la Academia no haya dejado de fijarse en ella desde su debut.
Peña inició su particular escalada del 'monte Goya' en 1994, cuando
estuvo nominada por partida doble, como mejor actriz de reparto y mejor actriz
revelación por 'Días contados'. Entonces no se llevó
nada. En 1998 volvería a quedarse a las puertas del premio por su actuación
en 'Todo sobre mi madre'. Y en 2004 consiguió, por fin, su busto
como actriz de reparto por su actuación en 'Te doy mis ojos'.
Además
de por 'Princesas', como protagonista se la recuerda por sus trabajos en 'Descongélate'
(2003) o 'Insomnio' (1997). Pero igualmente meritorio en Peña es
haber sido capaz de meterse en la memoria del espectador con papeles de reparto
como: 'No somos nadie' (2001), 'Novios' (1998), '¿De qué
se ríen las mujeres?' (1996) o 'La Celestina' (1996).
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